viernes, 28 de octubre de 2011

~...Escalofrío

No puedo evitar pensar en ti. Después de tanto tiempo, aún siento los escalofríos que me provocabas con tan solo un mínimo roce de tu piel en la mía, o de las medias sonrisas que me sacabas.
Sé que todo eso no va a volver, pero me gusta recrearme en tu recuerdo. Aún puedo sentirte cerca.



Lena.

sábado, 17 de septiembre de 2011

~...Te dolerá un poquito...

No sé, si alguna vez, os habeis sentido doloridos, seguramente sí, escribiendo, me ha dado por pensar y la verdad es que tengo una duda que me encantaría poder resolver.
Siempre te dicen, "tranquilo, te dolerá un poquito.."  "esto te va a escocer", "Dolerá un poquito", o infinidad de frases similares. Quizás de alguna forma solo sea para prevenirnos al dolor que vamos a tener, con la buena intención de que este duela menos. ¿por qué siempre te dicen eso?, intentan maquillar la cruda realidad, o quizás te son más francos de lo que deberían, en el fondo piensan... te va a doler ásumelo ahora y si no.. pues te jodes, ¿ Es eso?.
En realidad, da igual, te dolerá lo mismo estés avisado o no, ¿ por qué no simplemente lo hacen y punto?. Muchas veces te avisan de que te va a doler, o que vas a sufrir daños o que no deberías hacer ciertas cosas, y aún así siendo francos lo hacemos, lo hacemos porque nos gustaría decir, "No, no tenías razón", piensas que no te va a doler, que todo será maravilloso pero te equivocas, duele.
¿ Qué podemos hacer contra el dolor?, soportarlo, dejar que pase , causar dolor en otra parte para distraerte de la que en un principio te dolía, ¿ es peor el dolor físico o el psicológico?, en el caso de ser algo sobre la mente... nunca te anuncian que te va a doler, ¿ por qué si es mayor el dolor psicológico no te advierten como lo hacen cuando es algo físico?.
La verdad, eso duele, pero nadie te acontece a ella, simplemente cae como un balde de agua fría y listo, y en ocasiones es camuflada con falsa simpatía. Muchas veces nos centramos tanto en lo que decímos, que no pensamos en como se lo va a tomar el resto del mundo, se lo soltamos cual bomba explosiva y lo puede digerir como le venga en gana. A mí hoy me tienen que decir algo, dice que me va a doler un poquito...
No sé que pensar.

viernes, 12 de agosto de 2011

~...Sentir la música pegada a los poros de su piel

Le gustaba bailar, sentir la música pegada a los poros de su piel, podía decir sin equivocarse que era como su droga, necesitaba su dosis diaria fuese donde fuese, en una ciudad donde hacía tiempo las cosas había perdido el color y no se veía más allá que el insulso gris que cubría las calles y los rostros de las persoas que dembulaban por allí.

Le gustaba recrearse, entonar sus propías melodías aunque siempre en su cabeza, donde los sonidos eran puros y critalinos,  donde podía escapar y saber que nadie descubriría su secreta pasión, eran tiempos dificiles ciertamente, para todos, la gente no miraba nada más a parte de sus problemas y el sustancial echo de sobrevivir. Trabajar, alimentarse, dormir , y de nuevo otra vez, trabajar. La gente , la gente simplemente pasa por alto a los demás, los despreciaba o simplemente los ignoraba, él solía pensar que esto ocurria porque todos estaban parcialmente ciegos, o se encerraban en si mismos.
Nadie se dedicaba ya a simplemente sonreir, ver las plantas crecer o Tararear, no. Esas cosas se considerban cosas de niños, prohibidas, mal vistas y desagradables. Cuando sentía que nadie le veía  se dedicaba a danzar , solo unos pasos, por calles estrechas y poco transitadas. aún oía en su mente el " Na, na, na, na ", de su canción, giraba y giraba y aunque la mayoría de las veces caía y se hacía daño, no le importaba, aprecíaba el valor de la música, de las palabras o de los gestos.

Reía, saltaba, se sentía vivo. Afortunado de ser de las pocas personas que prestaban atención a las cosas que los demás consideraban insignificantes, podía parecer un loco, rebelde, escoría pero él pese a todo sonreía, no todos podían conocer ese "Na, na, na, na ".


jueves, 21 de julio de 2011

~...Le sentía tan lejos, que le dolía,

Cuando la ignorancia deja de ser un posible miedo y se convierte en una realidad, es inevitable pensar ,casi al momento, en el olvido y aunque semanas atrás lo veía casi imposible en esos momentos pensaba que ese miedo estaba más presente que nunca.
Le sentía tan lejos , que le dolía, más lejos de lo que realmente estaba, entonces, ella , ingenua e infantil,  derrochaba sonrisas falsas hacia todos, interpretando, intentando que ella misma se creyera que era feliz y que nada le hacia daño.  Sabía que no podía obsesionarse con la tristeza, porque nunca lo había hecho, pero en ese momento no veía más salida que esta.
Deseaba estar sola sobre todas las cosas para poderse regocijar en que, las cosas que ella pensaba que no podían pasar, lo hacian, que alguien se divertía viendola estúpida.

Y es que no podemos olvidar que las cosas buenas y la alegria, inevitablemente llaman  la tristeza y el  sufrimiento. Y como si quisiera quedarse en ese estado, lo unico que hacía era recordar tiempos mejores.

sábado, 9 de julio de 2011

~...Abrió los ojos, sonreía

Sus ojos parecían estrellas, flamantes constelaciones que brillaban especialemente cuando la noche se acercaba. Cerraba los ojos y respiraba profundo, dejaba que la brisa acariciara su rostro que tiritaba dejando su piel erizada, pero igualemente bella, él, la observaba en la distancia , escondido, pero de igual forma enamorado. De su existencia, de ella, del aura que emanaba.
Abrió los ojos, sonreía, y a él le parecia lo más maravilloso del mundo, nada podía comparase con su sonrisa, con su felicidad, y es que, aunque no estuviese junto a ella, y probablemente jamás lo estaría, el era feliz, así,amándola en la distancia.

viernes, 8 de julio de 2011

~...Deslizó su mano ténuemente.

En ocasiones despertaba aturdida, se levantaba mareada y descubría desconocidos en su cama, en otras que eran las más frecuentes, se despertaba sola, y solo se movía para alcanzar la bolsa de cuero que reposaba en la mesilla y darse un nuevo chute de adrenalina.

Era consiente de que probablemente se estaba destrozando la vida, pero hacía tiempo que para ella esta no tenía sentido. Aún recordaba su tacto, y como una sola caricia la podía hacer estremecer, cómo deslizaba su cuerpo entre el suyo, y el sonido que ejercía su cuerpo sobre el colchón. Deslizó su mano ténuemente, por el costado, por su escote y bajó, intentando recrearse en lo que alguna vez le había parecido placentero. Sus ojos se cerraron, de nuevo quedó dormida.